En la región del Rühr de Alemania están construyendo una autopista de 101 kilómetros de longitud por la que sólo pueden circular las bicicletas, es la Radschnellweg Ruhr RS1, una vía que conecta las ciudades de Duisburg, Mülheim, Gelsenkirchen, Essen, Bochum, Dortmund y Hamm a lo largo del valle del Rühr y que está prohibida para los vehículos a motor.
Esta carretera para ciclistas no sólo permitirá que los trabajadores de estas ciudades puedan desplazarse en bicicleta de sus casas a sus respectivos trabajos, sino que también conecta cuatro campus universitarios.
Las autoridades prevén que gracias a esta autopistas más de 50.000 vehículos dejen de circular a diario, ahorrando con ello la emisión de gases de efecto invernadero a la atmósfera.
La idea de esta autovía para ciclistas surgió en 2010, cuando se puso en marcha una iniciativa de concienciación del uso de la bicicleta. El proyecto consistía en cerrar durante 24 horas la autopista que une Duisburgo y Dortmund y permitir su uso sólo para las bicicletas. Ese día casi 3 millones de personas salieron en bicicleta por la carretera. Así fue como se planteó la idea de construir una autopista paralela que pudiera ser utilizada durante todo el año por los ciclistas.
La Radschnellweg Ruhr RS1 se ha planificado uniendo varios tramos ya existentes y planificando la construcción de otros nuevos que conectan las principales ciudades del valle del Rühr.