Con su inauguración sería el puente atirantado más alto de todo Suramérica con 148 metros, ubicado en San Andrés Santander en la vía Bogotá–Bucaramanga–Santa Marta y construido por la firma española Sacyr que en Colombia tiene contratos con el estado por US$1.000 millones.

El diseño del puente según el Fondo de Adaptación era viable y fue realizado por una de las mejores firmas del país, sin embargo, la constructora realizó modificaciones al diseño original y tardó más tiempo del esperado en la ejecución de la obra incumpliendo en el tiempo de entrega.

Justo cuando se iba a entregar la obra a la comunidad se conoció que la viga que rigidiza se distensionó, es decir el puente se arrugó y quedó como un acordeón, sin embargo y según han expresado algunos ingenieros Sacyr “realizó un burdo maquillaje en el asfalto para ocultar la mala ingeniería y así pretendía entregar el puente”.

Luego del escándalo del puente Chirajara que se desplomó en plena construcción, esta obra sería otra vergüenza para la ingeniera que grandes firmas realizan en el país, este puente que costó 100.000 mil millones de pesos tiene una longitud total de 653 metros, de los cuales 73 son el viaducto de acceso y 580 metros corresponden a la estructura del puente atirantado.

Actualmente los organismos de control adelantan investigaciones y supervisiones a la obra para verificar su seguridad y evidenciar si se efectuaron acciones que deriven en corrupción en su contratación.