Durante años el concreto es uno de los materiales que más se han utilizado en las obras, esto gracias a su gran resistencia y durabilidad, pero tiene un punto débil, el tiempo y las condiciones climática puede generar grietas en él, lo que produce que las paredes se abran y la humedad llegue a los reforzamiento metálicos, generando el colapso de la estructura.

Debido a esto un catedrático e investigador de la Universidad Tecnológica de Delft en Holanda, se puso en la tarea de crear un concreto que fuera resistente al paso de tiempo y a las griestas, fue así como descubrió el bioconcreto, es un concreto que se repara así mismo utilizando bacterias.

La investigación tuvo varias etapas entre ellas la selección de una bacteria que lograra sobrevivir a circunstancias extremas, fue así como hallaron un lactobacilo que resiste varias décadas sin aire ni comida, además produce calcio lo que permite no sólo que pueda vivir al interior del concreto sino regenerar su superficie cuando se necesite.

Este material por ahora está en proceso de pruebas y se espera que se inicie pronto su etapa de desarrollo en materiales biológicos para la construcción